La talla baja es un tema que preocupa mucho a los padres, ya que el ser alto se considera un atributo físico positivo. Además, un niño bajito puede ser víctima de bullying y tener baja autoestima.
Médicamente tenemos 2 causas muy comunes de talla baja que se consideran variantes de la normalidad (no son enfermedades), estas son: la talla baja familiar y el retraso constitucional del crecimiento. No obstante, la mayoría de niños con talla baja gozan de una excelente salud.
Además, menos del 20% de casos se deben a una enfermedad ya sea de origen endocrinológico (hormonal) o sindrómico.
Entonces… ¿A qué se debe esto?
El crecimiento de un niño depende de muchos factores, el principal es la genética (si los padres son bajitos, los hijos serán bajitos).
En segundo lugar, pero no menos importante, están los factores externos como el tipo de alimentación (un niño que desayuna yogurt con cereal no crecerá tan bien como un niño que desayuna una tortilla de huevo con verduras y un vaso de leche).
A su vez, las horas de sueño son un factor clave, pues, no solo basta con dormir las famosas 8 horas, sino también, es importante el momento en que lo hace. Esto se debe a que la mayor producción de la hormona de crecimiento se da durante las 8 pm y las 4 am, únicamente si el niño está dormido.
Asimismo, el grado de actividad física también juega un papel importante. Se debe dedicar al menos una hora al día para mantenerse vigorosamente activos.
Finalmente, un niño “enfermo”, es decir que tiene cuadros de enfermedades leves a repetición (más de 6 al año) como diarreas o gripas, probablemente no alcance su talla genética.
¿Qué debo hacer si creo que mi hijo tiene talla baja?
Para determinar si tu hijo realmente tiene talla baja hay que analizar todos sus antecedentes, alimentación, hábitos, enfermedades, la talla de los padres, etc. Es necesaria una exploración física completa de pies a cabeza y muchas veces se deberán solicitar exámenes de sangre e imagen.
De seguro a alguno de tus hijos le han hecho alguna vez una radiografía de su mano. Pues, esta nos sirve para evaluar la edad de sus huesitos, y es una herramienta muy útil que nos ayuda a detectar si su talla baja es debido a una enfermedad o es algo hereditario. A su vez, podemos calcular cuánto tiempo le queda para seguir creciendo.
¿Qué tratamiento necesita mi hijo?
El tratamiento dependerá de la causa. Si es una talla baja variante de la normalidad, no amerita tratamiento con medicamentos. En este caso, puedes ayudar a tu hijo a alcanzar lo máximo de su talla genética mejorando sus hábitos de alimentación, sueño y ejercicio. Hasta el momento no se ha comprobado que ningún suplemento o vitamina vía oral acelere el crecimiento.
Si hay talla baja debido a una enfermedad como hipotiroidismo, el tratamiento será administrar medicación para el problema tiroideo.
Por otra parte, la talla baja causada por deficiencia de hormona de crecimiento es poco común ya que se presenta en solo 1 de cada 7 mil niños. Sin embargo, si tu hijo tiene talla baja se deben realizar estudios hormonales para asegurarnos de que esta sea la causa.
En la actualidad el único tratamiento que existe para mejorar la talla es la administración vía inyectable de hormona de crecimiento, siendo un tratamiento indicado solo para aquellos niños que carecen de esta hormona.
Si tienes dudas sobre la talla de tu hijo no dudes en consultarnos, estamos para ayudarte a ti y a tu pequeño.